Atiborrado de impunidad reapareció el ex gobernador de Catamarca Ramón Saadi a fin de postular que el feminicidio de Maria Soledad Morales fue un crimen pasional. Exactamente fue lo que dijo el genocida Patti cuando el entonces presidente Menem le encomendó la tarea de investigación de este hecho que tenía en vilo a la Argentina durante su primer mandato. El poder político de la segunda década infame de nuestra historia contemporánea, nunca permitió que la responsabilidad penal en este caso, pudiera realizarse en la doctrina de la autoría mediata, introducida en nuestro país a través del fallo condenatorio a los jerarcas de la dictadura militar. Muy distinto fue el resultado en el denominado Doble Crimen de La Dársena con motivo del feminicidio de Leyla Bshier Nazar y Patricia Villalba en Santiago del Estero, ya que desde un primer momento se concentró la investigación en el aparato organizado de poder, contando para ello con la fundamental presencia del gobierno nacional y especia...